sábado, 17 de marzo de 2007

3ª Historia: ‘Un buen vino’.
INTRODUCCIÓN:
Estamos aún escoltando a Jonas (el consejero del rey). Una mañana, harto de dormir en el suelo nos ordena adelantarnos hasta un pequeño campamento en el que se haya un mesón que conoce, porque pretende dormir en una blanda cama, al menos por esta noche. Tenemos que encargarnos de que le dispongan todas las cosas para cuando él llegue; así que nos encaminamos hacia allá. ¡Que remedio...!

HISTORIA:
Llegamos al campamento indicado y de frente vemos el mesón al que tenemos que ir. El campamento está vacío e intransitado; Trau se muestra –como siempre- muy desconfiado de todo y mediana le dice que no tiene por qué sentir miedo...

“Enanuja de mieeeerrda, yo jamás he sentido miedo” Le contesta Trau mientras saca su hacha y se mantiene alerta. ¿seguro que no...?

Entramos en el mesón, está totalmente vacío y el mesonero demuestra que se alegra de vernos. Se deshace en halagos y atenciones, nos ofrece unas bebidas y hasta nos invita a ellas, al saber que somos los ‘exploradores’ del consejero. Trau no quiere ‘arriesgarse’ a que le envenenen (pero quién estará pensando que es este pobre hombre, y qué le habrá podido hacer como para creer que quiera matarle en medio de la nada???), decide no beber, a pesar de la sed.
Valerio -el mesonero- decide ir a ver si tiene de todo para la visita del ‘alto cargo’, y de pronto exclama:
- ¡Oh, mierda, no!- Se había quedado sin vino, y por eso era el grito; sin embargo, Trau no espera a saber la razón de semejante imprecación, directamente vuelve a sacar su hacha (la había guardado por fín) y se pone en guardia gritando algo así cómo ‘qué pasa, qué pasa, ... dónde, dónde...’

Valerio, nos pide que le consigamos el vino, en casa de un ermitaño que vive cerca y sabe que dispone de tal ‘elemento’... Dudamos un poco por no estar seguros si deberíamos esperar al consejero o no; pero Valerio, nos explica amablemente que no le hará ninguna gracia, si llega y no tiene un buen vino –ni uno malo tampoco- que beber. Para terminar de convencernos nos ofrece un 15% de los beneficios que logre ¡¡por dios, con la falta que a él le hacen!! No queríamos eso, sólo dudábamos de si debíamos ir o no; pero sin embargo el enano, no contento con ese porcentaje y viendo que puede sacar tajada... le regatea. Vale sí, no está mal; nos acaba de conseguir un 25% de los beneficios de ésta estancia... pero entonces por qué el resto nos sentimos tan culpables?? Es como si robásemos un caramelo a un niño...

[...] Llegamos a casa del ermitaño semi-elfo, no sólo es bastante antipático y extraño, sino que encima parece que es un poco ‘sordo selectivo’. ¡Vamos! Que oye solo lo que quiere oír...
Logramos que nos deje entrar en su casa. Así al menos, podremos insistir sin miedo a que nos cierre la puerta en las narices.
El viejo parece que sólo quiere contarnos sus batallitas de juventud, y encima ese vino, forma parte de ellas; así que se niega a vendérnoslo. De alguna manera, Cachi con su labia, logra convencerle de que nos lo venda; lo pone caro -a 10PO cada botella, cuando traíamos 6PO para las 6 que hay- pero al menos ya es un paso. Lo logra simplemente alabando su camisa, diciendo que es bonita y parece de muy buena calidad... ¡Que ingenuo! Sonrisilla malévola de la mediana

Al parecer han robado las pertenencias de Alaren (el ermitaño). Decidímos intentar recuperar sus cosas a cambio de que nos rebaje o regale las 6 botellas de vino. Trau logra que sean un ‘regalo’...
Seguimos un túnel que han debido hacer los ladrones, sean quienes sean, y por el que al parecer han escapado también. En las cavernas que recorremos por ese túnel, encontramos algunas ratas gigantes. Trau no parece que esté en ‘su’ día, al menos con las ratas ;-P y nos grita:
‘¡¡Ayudadme hijos de p#%$*!!’ Tras fallar 4 o 5 golpes a las ratas y encima haber sido mordido por ellas... Esto le creará un trauma, eso seguro. Pero mas bien creo, que simplemente son muy pequeñas para su gran hacha. Ni siquiera logra dar a una que estaba ya muerta, y cabreado vuelve a gritar:
‘¡¡No las doy ni muertas!!’ Risas

[...] Al salir del túnel, rastreamos unas huellas hasta una torre situada en un claro cercano. Nos encontramos con algunos goblins y un gran orco; también algún tipo de mago que nos dispara una bola de luz, desde lo alto de las escaleras de la torre.
Parece que Trau se defiende bastante mejor con estos más grandes bichejos. Se los carga casi de un golpe, cada uno, y así empieza a sentirse mejor.

Al registrar al orco, se encuentran con 6 cepos para osos; en las cavernas, al enano le había saltado uno al pie, dañándole un poco. Y habíamos encontrado otras 3 al menos, bastante escondidas. En ese momento, Ty (que aunque ha actuado muy bien hoy, ha estado bastante calladito). Le grita entre enojado y divertido:
‘¡¡Ah, a si que había sido éste!!’ Refiriéndose a que él nos había puesto las trampas... Nuevas risas

Entramos por fín en la torre, aunque algo heridos, pero vivos aún. La torre carece de techo, sólo vemos una estancia y las escaleras. Buscamos trampas por todas partes antes de dar un solo paso.
Encontramos el cofre de las pertenencias de Alaren y ‘comprobamos’ que está todo... Vamos que nos tiramos 15 minutos forzando la cerradura, para abrirlo y ver que hay. Luego lo cerramos inocentemente y se lo devolvimos ‘intacto’. De nuevo sonrisilla malévola, ésta vez de todos...

El mago ha escapado por una puerta secreta en la pared; tardamos tanto en abrirla que es imposible darle alcance; ‘¡Será cobarde!’. Cuando logramos abrirla decidímos salir por ahí, y el DM dice:
‘... al salir os deslumbra la luz del sol, y véis...’
‘¡¡Pero si no había techo en la torre!! ¡¡Tendríamos la misma luz ¿no?!!’ Exclama Ty. Más risas

UPS! El master pone cara de ‘será capullo, que me ha pillao; joer que lapsus... jeje’ Pero lo corrige señorialmente diciendo; ‘bueno, pues abrís por fín, la puerta y salís al claro, véis que hay huellas humanas, pero parece que hace ya rato que anda lejos...’
Aunque secretamente yo creo que pensó para sí mismo: ‘te quitaré PX por esto jejejejee risa perversa’. A pesar de eso, no tomo ninguna medida en su contra –que sepamos- ;-P.

Cuando nos dirigimos hacia la cabaña de Alaren, de nuevo, Trau –que por fín, ha entendido lo que es ser ‘legal neutro’ como es- dice que si el ‘viejo’ no nos dá las botellas gratis le vá a dar un hachazo y le separará la cabeza del cuerpo.
Volvemos a mirarle, una vez más, con cara de ‘tío, que te estás pasando...’ Y al vernos alega:

“Él nos prometió, como ‘recompensa’ las botellas gratis; si me miente y ahora decide no dármelas, dejará de ser honorable para mí, y en consecuencia, le mataré y cobraré mi recompensa, junto con alguna que otra cosa por ‘las molestias’...”
Vamos que le mata, y le roba, por mentirle... Bueno, no deja de ser lógico, y casi casi es legal...

Finalmente, le devolvimos al ermitaño sus pertenencias, le llevamos a Valerio el vino, que ya lo esperaba exasperado pues Jonas acababa de llegar. Y no sólo nos dió el 25% de las ganancias; sino que encima nos quedamos las 6PO que nos había dado para comprar el vino -nunca llegó a preguntar sobre él-. Y por supuesto, descansamos maravillosamente y no pagamos nada aquella noche, eso iba a cargo del ‘señorito’. Que por un día ya había sido bastante... ¡y todo por unas botellas de vino!

Continuará...

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